Laura Carou es entrenadora de hockey en el club, es parte del mismo desde mediados de los ‘90 y durante todo ese trayecto hasta el día de hoy fue jugadora, ayudante, entrenadora y coordinadora.

Su trabajo en el club se divide dos veces a la semana y un día del fin de semana. Las menores entrenan dos veces por semana (martes y jueves) por la tarde. Los sábados desde las 8.30 hasta las 13.00 hs se juegan los partidos y Laura, al ser referente de la tira, se queda hasta el final de todas las categorías.

El hockey es una de las disciplinas más masivas, después del fútbol, con más cantidad de chicos realizando la actividad, alrededor de 300 alumnos ( desde 6 años). Cada día la disciplina crece más y obtiene lo necesario para que se desarrolle profesionalmente. “Cualquier persona que entra al club y ve nuestra cancha no lo puede creer, estamos muy felices de tener las instalaciones que tenemos”, expresó.

Banfield es su casa, hace 25 años que recorre el predio, su lugar, su espacio. Pasó los mejores momentos de su vida, arrancó en la última categoría del hockey hasta la primera. Formó parte del equipo que brilló con el récord en ser el primero en ascender 5 veces de manera consecutiva… “A nivel deportivo nos marcó a todas las que pertenecíamos al equipo, gracias a eso logré muchas amigas”, contó Laura.

“Juntando lo deportivo y lo social, el año en el que ascendimos a la A (2002/2003) fue definitivamente un momento que marcó mi carrera. Quedamos segundas, en esa época jugábamos contra las últimas de la A para ver si nosotras ascendiamos o ellas mantenían la categoría. Ese día nos acompañó gente que no conocía ni el deporte, más de 400 personas alrededor de la cancha alentando. Siempre fuimos abajo en ese partido, lo empatamos, y faltando 45 segundos nos cobraron un penal, lo convertimos, ganamos y ascendimos. Fue inexplicable lo que se vivió.”

En cuanto al apoyo que brinda la institución, Laura aclaró: “Siempre recibimos el apoyo de todas las dirigencias que pasaron por la institución. La cancha fue un sueño que se hizo realidad, se concretó gracias al apoyo institucional. Hoy por hoy esa cancha es muy difícil de soñar y concretar. Siempre recibimos todo lo que pedimos, como materiales para llevar a cabo entrenamientos y demás”.

Amistad, familia y pasión, las tres palabras que definen a Banfield para Laura. Es su vida, su casa, sus amigos, su club. Su hija hoy está haciendo el mismo recorrido que ella. “Hay un gran grupo humano que trabaja en el club, mucho sentido de pertenencia, todos laburamos y tiramos para el mismo lado, eso destaco sobre todo de las personas que están en Banfield”, finalizó.